El presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, desveló ayer que habrá acuerdo de financiación autonómica antes del 20 de marzo y que, por tanto, está garantizado el pago por parte del Gobierno central de la deuda histórica con la comunidad que preside. Las palabras de Chaves fueron que el pacto estaba "prácticamente cerrado".
Andalucía había fijado como condición inexcusable para dar su respaldo al futuro modelo de financiación autonómica que el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero satisficiera esa vieja aspiración de la clase política andaluza según la cual el Estado debe compensar el déficit crónico derivado de la financiación insuficiente de determinados servicios básicos transferidos en los primeros años de la autonomía. La cifra reclamada por Andalucía oscila entre 1.140 y 1.748 millones de euros.
El presidente de la Junta añadió a renglón seguido y para evitar suspicacias que el acuerdo de financiación no puede cerrarse con ninguna comunidad en concreto, ya sea "Andalucía, Catalunya o cualquier otra, sino que ha de ser con todas".
Sin embargo, fuentes de la Consejería de Economía de la Junta, que dirige el vicepresidente económico José Antonio Griñán, se mostraban más cautas. Sin descartar que el presidente tuviera más información, las fuentes de Economía preferían no arriesgar: "Es decir, estamos como estábamos", informa Fernando Vicente.
Hace poco más de una semana en el entorno del presidente andaluz no se mostraban muy optimistas sobre las posibilidades de que el Gobierno asumiera las tesis de Andalucía, en principio bastante alejadas de las defendidas por el tripartido catalán que encabeza el también socialista José Montilla. El miércoles, sin embargo, Chaves pareció mostrarse mucho más confiado, dando a entender que la propuesta gubernamental no debía de estar muy alejada de las posiciones andaluzas, centradas en aspectos como el peso determinante de la población, la suficiencia financiera y, en todo caso, no perder dinero ni posiciones con respecto al actual sistema.
El momento de mayor desencuentro entre Madrid y Sevilla tenía lugar en septiembre del año pasado, cuando fracasaba la Comisión Mixta de Transferencias al negarse Madrid a satisfacer siquiera la cantidad mínima de la horquilla de deuda histórica.
Ambos gobiernos acordaban entonces ampliar a seis meses el plazo para alcanzar un acuerdo, si bien ello suponía para el equipo andaluz incumplir el Estatuto, que prescribía el 20 de septiembre de 2008 como fecha tope para cerrar una cifra.
¿Serán ciertas las recientes declaraciones de Chaves? ¿Recibirá Andalucía, de una vez, la deuda histórica que le pertenece? La polémica está servida.
Andalucía había fijado como condición inexcusable para dar su respaldo al futuro modelo de financiación autonómica que el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero satisficiera esa vieja aspiración de la clase política andaluza según la cual el Estado debe compensar el déficit crónico derivado de la financiación insuficiente de determinados servicios básicos transferidos en los primeros años de la autonomía. La cifra reclamada por Andalucía oscila entre 1.140 y 1.748 millones de euros.
El presidente de la Junta añadió a renglón seguido y para evitar suspicacias que el acuerdo de financiación no puede cerrarse con ninguna comunidad en concreto, ya sea "Andalucía, Catalunya o cualquier otra, sino que ha de ser con todas".
Sin embargo, fuentes de la Consejería de Economía de la Junta, que dirige el vicepresidente económico José Antonio Griñán, se mostraban más cautas. Sin descartar que el presidente tuviera más información, las fuentes de Economía preferían no arriesgar: "Es decir, estamos como estábamos", informa Fernando Vicente.
Hace poco más de una semana en el entorno del presidente andaluz no se mostraban muy optimistas sobre las posibilidades de que el Gobierno asumiera las tesis de Andalucía, en principio bastante alejadas de las defendidas por el tripartido catalán que encabeza el también socialista José Montilla. El miércoles, sin embargo, Chaves pareció mostrarse mucho más confiado, dando a entender que la propuesta gubernamental no debía de estar muy alejada de las posiciones andaluzas, centradas en aspectos como el peso determinante de la población, la suficiencia financiera y, en todo caso, no perder dinero ni posiciones con respecto al actual sistema.
El momento de mayor desencuentro entre Madrid y Sevilla tenía lugar en septiembre del año pasado, cuando fracasaba la Comisión Mixta de Transferencias al negarse Madrid a satisfacer siquiera la cantidad mínima de la horquilla de deuda histórica.
Ambos gobiernos acordaban entonces ampliar a seis meses el plazo para alcanzar un acuerdo, si bien ello suponía para el equipo andaluz incumplir el Estatuto, que prescribía el 20 de septiembre de 2008 como fecha tope para cerrar una cifra.
¿Serán ciertas las recientes declaraciones de Chaves? ¿Recibirá Andalucía, de una vez, la deuda histórica que le pertenece? La polémica está servida.
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